Hablamos de una de las cosas más gratificantes y al mismo tiempo más estresantes de mi vida: poner nombre, cara y tono a todo lo que rodea y compone el cuerpo, salud y sexualidad femenina. Ahí es nada. Y, clara-mente, hacerlo sin sonar como las frases vacías de las tazas del Señor Maravilloso. Aunque qué deciros, todo es más fácil cuando el cliente confía en ti y tu criterio, así que este proyecto fue coser y cantar (iba a poner servir c0*o, pero me ha parecido too much, ¿no?).

El encargo era de todo menos sencillo: una nueva identidad corporativa para el salón de Vibra en Fira Barcelona. Querían dirigirse a un público amplio, desde jóvenes a mujeres con arrugas, con curiosidad y ganas de conocerse y conocer todo lo que le rodeaba, siendo ciertamente sofisticadas pero modernas. 

Pues dicho y hecho: mantuvimos el naming, pero con un nuevo baseline que diera dinamismo e inspirara a sus visitantes, trabajamos un nuevo territorio para la marca con un tono totalmente a juego, nuevo manifiesto, también un nuevo look & feel totalmente renovado y fresco… Así que no me pidas que sea parcial porque míralo, es precioso.